Intrumentos de madera

 

El más simple de todos los instrumentos de viento son los del tipo flauta, en los que el instrumentista sopla por el extremo de un tubo formando corrientes de aire que ponen la columna en vibración. Las flautas se dividen en dos tipos principales, las flautas rectas y las flautas laterales o traveseras.

 

Flauta dulce

La flauta dulce posee una larga historia en la música occidental; probablemente su existencia es anterior al siglo XIV. Se construye de diferentes tamaños, para producir distintas alturas de sonido: las cuatro principales son las de soprano, alto, tenor y bajo. La flauta dulce tiene una embocadura en el extremo superior, con una abertura en bisel un poco más abajo, que es lo que causa la vibración. El cuerpo principal, tiene agujeros que se tapan o destapan con siete dedos y un pulgar para producir diferentes notas. 

Este instrumento, no ocupa ningún lugar en la orquesta moderna, pero es un miembro importante de la orquesta barroca. Su principal repertorio se creó en los períodos renacentista y barroco; en particular alrededor de 1700 muchos compositores escribieron sonatas para ella.

 

Flauta travesera

La historia de la flauta se remonta a la antigua Roma e incluso antes. Antes del Renacimiento no era más que un sencillo tubo cilíndrico con seis orificios para colocar los dedos. Empezó a adquirir mayor importancia a finales del siglo XVII, controlado por medio de una llave y haciendo el interior parcialmente cónico. A diferencia de la flauta dulce, la travesera era difícil de tocar, especialmente por los sonidos cromáticos. Se hicieron varios intentos para mejorarla añadiendo más llaves, pero la primera que obtuvo un éxito completo no apareció hasta 1849 con el modelo de Theobald Boehm, que concibió un ingenioso sistema que utilizaba segmentos, además de las llaves.

 

Oboes y fagotes

El resto de instrumentos de viento-madera de las orquestas de hoy son de lengüeta. Hay dos tipos de lengüeta: la lengüeta simple, una lámina de caña colocada en la embocadura, que causa las vibraciones en la columna de aire cuando el instrumentista sopla, y la lengüeta doble, compuesta por dos láminas que vibran una contra otra. El principal instrumento de lengüeta doble de altura de soprano es el oboe.

El vocablo "oboe" procede del francés haut-bois, que significa literalmente "madera alta". Se aplicó a un instrumento de madera utilizado en la Edad Media y en el Renacimiento, particularmente en la danza y los cortejos.

Al igual que la flauta, el oboe mejoró considerablemente en manos de los fabricantes franceses del siglo XVII, quienes le añadieron llaves para mejorar la ejecución. Hasta entonces se había utilizado más en las bandas que en la música orquestal, pero con su mejora ocupó un lugar estable en la orquesta, donde hacia mediados del siglo XVIII llegó a ser el primer instrumento de viento-madera imprescindible.

Se han fabricado oboes de diferentes tamaños. Los más importantes son el corno inglés, y el oboe d'amore.

El fagot se incorporó a la orquesta durante el siglo XVIII como el bajo de los oboes; la orquesta clásica exige dos fagotes. Su repertorio como instrumento solista no es muy grande, pero algunos compositores del Barroco y de comienzos del período clásico escribieron sonatas o conciertos para este instrumento. Debido a su capacidad para los efectos cómicos, el fagot ha tenido siempre la reputación de "payaso de la orquesta", pero los fagotistas suelen reaccionar contra ella, puesto que también puede resultar elocuente o melancólico. Afinado una octava más abajo que el fagot se encuentra el contrafagot, cuyo tubo, el doble de largo, está dos veces doblado sobre sí mismo.

 

Clarinete

El predecesor del clarinete es el chalumeau. Posee una lengüeta simple, sujeta a la embocadura, contra la cual vibra. El tubo, generalmente de ébano, es cilíndrico. Debido a las propiedades acústicas del tubo cilíndrico con una lengüeta simple, el instrumentista, cuando sopla de manera más acentuada, hace que el sonido se eleve una octava mas una quinta. Puesto que en las dos manos hay dedos suficientes para destapar los orificios que se necesitan para una octava, el clarinetista no tiene que utilizar llaves especiales para cubrir el espacio entre los sonidos básicos producidos por el tubo en toda su longitud y los que siguen a una octava y una quinta. Esta característica acústica tiene otras implicaciones, hace que el timbre del clarinete difiera bastante de un registro a otro --potente y zalamero en el más bajo, un poco pálido en el medio, cálido, claro y expresivo en el medio-alto y algo estridente en el agudo.

Los clarinetes se fabrican de diversos tamaños. Todos son instrumentos transpositores; esto significa que lo que se oye es distinto de lo que el instrumentista ve en su partitura y toca. Esto permite al instrumentista cambiar de un tamaño de instrumento a otro sin modificar su digitación. El clarinete corriente está en "si bemol", lo que significa que cuando el instrumentista toca do el sonido real es si bemol.

 

Saxofón

El saxofón fue inventado por Adolphe Sax a mediados del siglo XIX. El saxofón está hecho de metal, y su tubo es cónico. Sax fabricó siete diferentes tamaños del instrumento; el alto, el tenor y el soprano han sido los que han alcanzado mayor popularidad. Los saxofones nunca han ocupado un lugar en la orquesta, aunque algunos compositores franceses han utilizado con éxito su suave sonido. Sin embargo, sí son utilizados en bandas, y sobre todo en el jazz, donde su suavidad y flexibilidad encontraron su sitio más natural.