Instrumentos de arco 

Violín

 

El violín es básicamente una caja de resonancia unida a un mástil a través del cual se sujetan, con un sistema de clavijas y puentes, cuatro cuerdas. Las cuerdas de antes estaban hechas de tripa. Actualmente están a menudo entorchadas de plata, o de acero; se mantienen estiradas y tensas a lo largo de una pieza de madera ( diapasón) de tal forma que el instrumento pueda presionarlas con los dedos de su mano izquierda, acortando la longitud de las mismas, y conseguir diferentes tonos. La mano derecha desplaza el arco sobre las cuerdas, poniendo sus cerdas (frotadas con resina) en contacto con una de ellas y haciéndola vibrar. Dicha vibración pasa por el puente y por el “alma”, hacia el cuerpo hueco del violín, que la amplifica y transmite el aire y al oyente como una nota musical.

 

Los violines existen desde el siglo XVI. La etapa más importante en la fabricación del violín fue el siglo XVII y principios del siglo XVIII, época de hombres como Stradivari y Amati, que construyeron instrumentos de incomparable dulzura, sonoridad y potencia. Fue también en esta época cuando el violín pasó a ser el instrumento básico de la orquesta y de la música de cámara.  A diferencia de la guitarra, el violín no posee trastes, por lo que el aprendizaje es más complicado.

 

Puesto que el violinista puede modificar la longitud de una cuerda con sólo presionarla contra el diapasón, todo lo que hace es elevar la altura de las cuatro notas que dan las “cuerdas al aire”, de modo que la primera nota (sol) es la más grave de las que el instrumento es capaz de producir. La más aguda se halla a más de tres octavas más arriba, producida al presionar la cuerda en mi al final del diapasón.

 

Viola

 

La viola es muy parecido en cuanto a materiales y construcción al violín, pero es de mayor tamaño y sus proporciones son más variables. La viola se afina una quinta más grave que el violín, y es unos 15 cm más larga que éste. Su sonido es bastante más oscuro, y menos dulce y brillante que el del violín. La viola, raras veces se emplea como instrumento solista, y su papel principal suele ser el de voz acompañante y media en la parte de las cuerdas. Las cuerdas de la viola están afinadas en intervalos de quintas: do, sol, re, la (siendo do la más grave). En Inglaterra se la llamó una vez el “tenor”, y en Francia todavía se la conoce como el “alto” – lo que aclara para qué tipo de parte se la requiere por lo general.

 

Violonchelo

 

El violonchelo, chelo o violoncelo, pertenece a la familia del violín, y su tamaño y registro están entre la viola y el contrabajo. Se toca frotando un arco con las cuerdas, y con el instrumento sujeto entre las piernas del violonchelista. El violonchelo es un instrumento de una elocuencia y un calor excepcionales con un rico registro medio y registro agudo sumamente expresivos.

 

Contrabajo

 

Tiene habitualmente cuatro cuerdas que se afinan por cuartas ascendentes (mi-la-re-sol, desde la 4º cuerda, más grave, a la 1º, más aguda), aunque también los hay de cinco, en los cuales la quinta cuerda se afina en un do o si más grave que la cuarta cuerda.

 

Es el segundo mayor y más grave de los instrumentos cordófonos, superado por el octabajo, el cual da sonidos más bajos que el propio contrabajo. Su sonido se produce por la vibración de las cuerdas al ser frotadas con un arco, aunque también puede producirse pulsándolas con las yemas de los dedos, al modo del bajo eléctrico o el toloche, técnica que recibe el nombre de pizzicato o pelizco.