Música en el Mundo Antiguo (5000 a.C. - 476)

 

Se suele definir música como el arte de combinar los sonidos, pero tiene mucha más trascendencia que eso. Antiguamente los griegos y romanos le dieron un alcance mucho más amplio, pues para ellos, la música era el arte de conmover por medio de la combinación armónica de los sonidos, incluyendo así la danza, la poesía y otras manifestaciones artísticas. Esto explica, si se tiene en cuenta, que la vincularon con las Musas, de donde deriva su nombre. Según Homero, autor de La Ilíada y La Odisea, las Musas eran diosas de la memoria, ya que el autor las invoca continuamente para que lo ayuden a organizar sus recuerdos. Para Hesíodo, autor de La Teogonia, son, en cambio, diosas del canto, pues describe las nueve hijas de Zeus y Mnemósine cantando las cosas pasadas, presentes y futuras. De este modo, quedaron vinculadas con la religión, y sus primeros sacerdotes fueron poetas que se limitaron a cantar himnos laudatorios conservados por la religión. Hesíodo dice que Apolo, hijo de Zeus y Latona, dios de la belleza, de la juventud, la poesía y las artes en general, arrancaba su lira, en medio de las Musas, sonidos encantadores que atravesaban las bóvedas del Olimpo.

Platón, por su parte, pensaba que cuando las Musas nacieron, los hombres de entonces, fueron presa de su voluptuosidad tan grande, pues cantando con ellas, se olvidaron de todo y murieron dulcemente, sin dolor. Durante muchos siglos, las Musas constituyeron un coro único e indisoluble.